sábado, 28 de julio de 2012

Desisitir

Desistir... Dejarte ir... Decirle al corazón que no te espere más que no regresaras que no podemos estar juntos... Desistir ... Dejar morir mis esperanzas decirle al corazón que no es falta de amor que es cobardía nada más ... No puedo Amor!!! Todavía tengo Fe que tú regresarás... En un mañana Juntos... 

♥ ♥ Ana Bolena (o Clau Gonzalez en FB) ♥ ♥


Suspiro

Sé lo que causé en ti... 

tan segura estoy, que sé que estaré ahí para siempre.
Mantenme ahí, recuerdame cuando sientas frío; 
cuando tengas ganas de crear amor,
Consérvame en tu imaginación siempre viva,
Sueña nuestra historia. 
Revívela. 
Siente cada abrazo,cada beso, cada suspiro,
cada adiós.
Ahí estaré Yo, tu más largo suspiro...

Arely Huber. México

domingo, 22 de julio de 2012

Ian Zolezzi


Alexander Nifong Acting Reel from Alexander Nifong on Vimeo.

*_*

Si alguna vez se hace mi novela una serie o una película me encantaría que Alexander Nifong encarnara a Ian Zolezzi, físicamente es el indicado (a excepción de los ojos que deberían ser azul celeste)


sábado, 21 de julio de 2012

Tanto amor...

Por Miguel E. García Salguero

Dame un motivo para hablar de ti
dame tu mundo sin voz, aguarda
que se calme este dolor.

Toma una opción, desdibuja la pasión
en cristales fragmentados
toma lo que quieras, dame lo que dejas
a un costado de la vida.

Yo sabré buscarte en las tinieblas
aprenderé a amarte en la inconciencia
y a volar, en las noches de tormenta.





Buscando tus luces y tus sombras
superaré el desastre de mis ojos
en las cuencas de la ceguera.

Tanto amor como pueda derramaré
en los mitos de los cuerpos sangrantes y etéreos
tanto amor que la muerte
se reirá de mi y mis desafíos
de idólatra escarnecido.

Dame un motivo para pensar en ti
sin Dios y sin castigo , revolcados en pecado
mas allá de la culpa y el temor,
por encima de las heridas del corazón.

Tanto, tanto amor, nos condenará,
Tanto, tanto amor, por Dios , tanto
amor nos salvará.



Sé que es una tontería




Hace un año y cinco días te conocí. Y si tú supieras que ni siquiera iba a ir a ese evento... ¿te lamentarías de las resoluciones que te ha dado el destino? Entiendo si es así, de hecho ¡pobre de ti!. No me imagino cómo reaccionaría yo con un caso como el que te pongo. Pero... ¡maldita sea! Pudiste, en un año, decepcionarme... ¡Dios! ¡Un año! Y no. ¡Nada! Mientras más te conozco, más cruel es todo. ¿Y sabes por qué? Porque desde que me diste la oportunidad de "acercarme" a ti lo único que obtengo es este melancólico pensamiento de insatisfacción:

Jamás estaremos juntos.

Pues para bien tuyo, estás hecho para la persona que te acompaña día a día. Es perfecta para ti. ¡Y no confundas! ¡Está bien! ¿A dónde hubieras llegado conmigo si estoy rota por dentro? No es mi culpa, ni de nadie; fueron las circunstancias que me tocaron vivir... Una familia desunida, un primer amor unilateral. En fin, por eso, tú necesitas estar con una personita como ella: integra, estable, tranquila... feliz. 

De corazón, espero que juntos hagan una vida hermosa. Tienen todo para lograrlo. Eres un ser que vale mucho la pena. Ojalá y ella lo vea. 

Así que, por mucho que desee tu compañía, jamás atentaré contra el perfecto equilibrio del Universo. Además, dudo mucho que pudiera. Eres... tú. 

Solo me queda algo por decir: "Gracias por existir". Siempre te admiraré. 




martes, 17 de julio de 2012

Sal con una chica que lee


Por Rosemary Urquico

Sal con alguien que se gasta todo su dinero en libros y no en ropa, y que tiene problemas de espacio en el clóset porque ha comprado demasiados. Invita a salir a una chica que tiene una lista de libros por leer y que desde los doce años ha tenido una tarjeta de suscripción a una biblioteca. 


Encuentra una chica que lee. Sabrás que es una ávida lectora porque en su maleta siempre llevará un libro que aún no ha comenzado a leer. Es la que siempre mira amorosamente los estantes de las librerías, la que grita en silencio cuando encuentra el libro que quería. ¿Ves a esa chica un tanto extraña oliendo las páginas de un libro viejo en una librería de segunda mano? Es la lectora. Nunca puede resistirse a oler las páginas de un libro, y más si están amarillas.


Es la chica que está sentada en el café del final de la calle, leyendo mientras espera. Si le echas una mirada a su taza, la crema deslactosada ha adquirido una textura un tanto natosa y flota encima del café porque ella está absorta en la lectura, perdida en el mundo que el autor ha creado. Siéntate a su lado. Es posible que te eche una mirada llena de indignación porque la mayoría de las lectoras odian ser interrumpidas. Pregúntale si le ha gustado el libro que tiene entre las manos.

Invítala a otra taza de café y dile qué opinas de Murakami. Averigua si fue capaz de terminar el primer capítulo de Fellowship y sé consciente de que si te dice que entendió el Ulisesde Joyce lo hace solo para parecer inteligente. Pregúntale si le encanta Alicia o si quisiera ser ella. 

Es fácil salir con una chica que lee. Regálale libros en su cumpleaños, de Navidad y en cada aniversario. Dale un regalo de palabras, bien sea en poesía o en una canción. Dale a Neruda, a Pound, a Sexton, a Cummings y hazle saber que entiendes que las palabras son amor. Comprende que ella es consciente de la diferencia entre realidad y ficción pero que de todas maneras va a buscar que su vida se asemeje a su libro favorito. No será culpa tuya si lo hace. 

Por lo menos tiene que intentarlo.

Miéntele, si entiende de sintaxis también comprenderá tu necesidad de mentirle. Detrás de las palabras hay otras cosas: motivación, valor, matiz, diálogo; no será el fin del mundo. 

Fállale. La lectora sabe que el fracaso lleva al clímax y que todo tiene un final, pero también entiende que siempre existe la posibilidad de escribirle una segunda parte a la historia y que se puede volver a empezar una y otra vez y aun así seguir siendo el héroe. También es consciente de que durante la vida habrá que toparse con uno o dos villanos. 

¿Por qué tener miedo de lo que no eres? Las chicas que leen saben que las personas maduran, lo mismo que los personajes de un cuento o una novela, excepción hecha de los protagonistas de la saga Crepúsculo. 
Si te llegas a encontrar una chica que lee mantenla cerca, y cuando a las dos de la mañana la pilles llorando y abrazando el libro contra su pecho, prepárale una taza de té y consiéntela. Es probable que la pierdas durante un par de horas pero siempre va a regresar a ti. Hablará de los protagonistas del libro como si fueran reales y es que, por un tiempo, siempre lo son.

Le propondrás matrimonio durante un viaje en globo o en medio de un concierto de rock, o quizás formularás la pregunta por absoluta casualidad la próxima vez que se enferme; puede que hasta sea por Skype.

Sonreirás con tal fuerza que te preguntarás por qué tu corazón no ha estallado todavía haciendo que la sangre ruede por tu pecho. Escribirás la historia de ustedes, tendrán hijos con nombres extraños y gustos aún más raros. Ella les leerá a tus hijos The Cat in the Hat y Aslan, e incluso puede que lo haga el mismo día. Caminarán juntos los inviernos de la vejez y ella recitará los poemas de Keats en un susurro mientras tú sacudes la nieve de tus botas.

Sal con una chica que lee porque te lo mereces. Te mereces una mujer capaz de darte la vida más colorida que puedas imaginar. Si solo tienes para darle monotonía, horas trilladas y propuestas a medio cocinar, te vendrá mejor estar solo. Pero si quieres el mundo y los mundos que hay más allá, invita a salir a una chica que lee.

O mejor aún, a una que escriba.